En la mayoría de las partes del mundo los aceites comestibles se utilizan en sartenes o freidoras y después de un tiempo variable de uso se descartan. Estos aceites vegetales usados en frituras tienen propiedades diferentes a las de los aceites vegetales nuevos, refinados y crudos. La presencia de calor y agua en estos aceites, debido a su uso, acelera la hidrólisis de los triglicéridos y aumenta el contenido de ácidos grasos libres (FFA) en el aceite (1). El contenido de agua y de FFA tiene un efecto negativo en la reacción de transesterificación, estas variables también interfieren en la separación de los ésteres de ácidos grasos y el glicerol. También en los aceites usados la viscosidad del aceite aumenta considerablemente debido a la formación de ácidos diméricos y poliméricos y glicéridos. La masa molecular y el valor del índice de iodo en estos aceites disminuye mientras que el valor de saponificación y la densidad aumentan (1).
En la actualidad no existe un método sistemático para el procesamiento de los aceites usados y en la mayoría de los casos se descartan por el desagüe y terminan en las aguas residuales, las cuales son descargadas en las aguas superficiales lo que conlleva a la contaminación del agua. Por otra parte, más del 80% del aceite vegetal usado se produce en los hogares, esto convierte en un problema el control de este comportamiento debido a los grandes volúmenes que se manejan (2).
Los métodos de producción de biodiesel a partir de aceites vegetales usados no difieren del proceso de transesterificación convencional utilizando catalizadores alcalinos, ácidos o enzimáticos. Cada catalizador tiene sus ventajas y desventajas dependiendo de los compuestos indeseables en el aceite usado (especialmente FFA y agua). En seguida revisaremos los métodos de transesterificación que se han utilizado en los aceites vegetales usados.