10 agosto 2017

El "domicilio" de los electrones

La configuración electrónica y el diagrama de orbitales

En química la configuración electrónica representa el lugar, sitio o domicilio donde se encuentran ubicados los electrones. Así, como para una persona su domicilio se describe mediante el estado, el municipio, la calle y el código postal; para un electrón son necesarios cuatro números cuánticos, n, l, ml y ms; para identificar su ubicación en cualquier orbital. Por ejemplo los cuatro números cuánticos para un electrón en un orbital 2s son: n=2, l=0, ml=0 y ms=+1/2 ó -1/2. Generalmente se usa de forma simplificada (n,l,ml,ms) entonces, para el ejemplo anterior los números cuánticos serán (2,0,0,+1/2) ó (2,0,0,-1/2). 

Orbitales
Recordemos que... para describir la distribución de los electrones en los átomos la mecánica cuántica precisa de los números cuánticos. Donde n, es el número cuántico principal, el cual puede tener sólo un valor entero, positivo y distinto de cero, es decir 1, 2, 3, etcétera. El segundo, es el número cuántico del momento angular l, que puede ser cero o un número entero positivo, pero no mayor de (n-1); l= 0, 1, 2, 3, ... El tercero es el número cuántico magnético, ml. Puede ser un número entero positivo o negativo, incluyendo el cero, que se encuentra en el intervalo -l, 0, +l. El cuarto, es el número cuántico de espín del electrón, ms. Puede tener un valor de +1/2 (indicado también por la flecha ↑) o -1/2 (indicado también por la flecha ↓), además el valor de ms no depende de ninguno de los otros tres números cuánticos, sólo sugiere que hay dos posibilidades de giro del electrón.

Ahora bien ¿por qué es importante conocer la configuración electrónica de los átomos?

Para entender el comportamiento electrónico de los átomos y por ende su reactividad, es preciso conocer la configuración electrónica del átomo, es decir muchas de las propiedades físicas y químicas de los elementos pueden relacionarse directamente con las configuraciones electrónicas. La configuración electrónica es la manera en que están distribuidos los electrones en los distintos orbitales atómicos.

Recordemos que... el número cuántico del momento angular l expresa la "forma" de los orbitales. Como ya se ha mencionado, los valores de l dependen del valor asignado al número cuántico principal, n. Por ejemplo para n=1, sólo existe un posible valor de l; es decir l=(n-1) = 1-1=0. Para n=2, l es 0 y 1. 

El valor de l se designa con las letras s, p, d, ... como se muestra en la tabla



De este modo, si l=0, tenemos un orbital s, si l=1, tenemos un orbital p, etcétera.

Pero..¿por qué esos nombres s, p, d... a los orbitales?😕

El origen de estos nombres es histórico. Se dice que cuando los físicos estudiaron los espectros de emisión atómica intentaban relacionar las líneas espectrales con los estados de energía asociados a las transiciones. Observaron que algunas líneas de emisión eran finas (sharp, en inglés), otras eran más bien difusas y algunas eran muy intensas y se referían a ellas como principales. Por ello asignaron las letras iniciales del adjetivo que calificaba a cada línea con esos estados de energía. Sin embargo, después de la letra d, el orbital se designa siguiendo un orden alfabético, comenzando con la letra f (para el estado fundamental).

Es necesario recordar también que el conjunto de orbitales que tienen el mismo valor de n se conoce comúnmente como nivel o capa. Los orbitales que tienen los mismos valores de n y l se conocen como subnivel o subcapa. Por ejemplo, el nivel con n=2 está formado por dos subniveles, l=0 y l= 1. Estos corresponden a los subniveles 2s y 2p, donde 2 representa el valor de n y y p los valores de l.

Ahora bien, para la designación de los electrones en los orbitales atómicos debemos tomar en cuenta tres reglas:

1. Los electrones ocupan los orbitales de forma que se minimice la energía del átomo. El orden de llenado de los orbitales se estableció experimentalmente, mediante estudios espectroscópicos y magnéticos. Este orden es el que, salvo algunas excepciones, se sigue para asignar las configuraciones electrónicas a los elementos.  Así los electrones ocuparían primero el 1s, después el 2s, 2p, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s, 4d, 5p, 6s y así sucesivamente. 

Algunas veces se suele utilizar el siguiente diagrama para recordar este orden. Hace varios años atrás, a dicho diagrama se le conocía como el método de la lluvia.
Orden de llenado de las subcapas electrónicas
Si sigues las flechas empezando por la línea superior te dará
 el orden de llenado de los orbitales


2. El principio de exclusión de Pauli: "dos electrones de un átomo no pueden tener los cuatro números cuánticos iguales". Los tres primeros números cuánticos, n, l, ml, determinan un orbital específico. Dos electrones pueden tener estos tres números iguales; pero si es así deben tener valores diferentes de ms, el número cuántico de spín. Dicho de otra manera, solamente dos electrones pueden ocupar el mismo orbital y estos electrones deben tener espines opuestos.

Debido al límite de 2 electrones por orbital, la capacidad de electrones en un subnivel debe ser el doble del número de orbitales en el subnivel. El subnivel s contiene 1 orbital con 2 electrones, el subnivel p contiene 3 orbitales con una capacidad total de 6 electrones; el subnivel d contiene 5 orbitales con una capacidad total de 10 electrones y el subnivel f tiene 7 orbitales con una capacidad total de 14 electrones.

3. Regla de Hund. "Cuando hay orbitales de idéntica energía (degenerados), los electrones ocupan inicialmente estos orbitales de forma desapareada". Esto quiere decir que un átomo tiende a tener tantos electrones desapareados (o espines paralelos) como sea posible; básicamente porque los electrones, debido a que todos tiene la misma carga eléctrica, intentan estar tan separados entre sí como sea posible.

¿Cómo representar o escribir las configuraciones electrónicas?😕

Las configuraciones electrónicas se pueden representar de dos formas: En notación spdf y en diagrama de orbitales. Veamos un ejemplo con el nitrógeno cuyo número atómico es Z= 7


Como ves la notación spdf solamente indica el número total de electrones en cada subcapa. En el diagrama de orbitales cada subcapa se descompone en orbitales individuales, que se representan mediante cajas.

Ahora bien, para escribir o representar configuraciones electrónicas se utiliza el principio de aufbau (aufbau: palabra alemana que significa "construcción progresiva"). El principio de aufbau establece que cuando los protones se incorporan al núcleo de uno en uno para construir los elementos, los electrones se suman de la misma forma a los orbitales atómicos. Este procedimiento da un conocimiento preciso de las configuraciones electrónicas de los elementos en su estado fundamental. A manera de ejemplo utilizaremos este método para asignar la configuración electrónica a algunos elementos por orden creciente de acuerdo a su número atómico Z. 
Z          elemento                 configuración electrónica
1           hidrógeno               1s¹
2          helio                         1s²
3          litio                           1s²2s¹        aquí el 3er electrón va al orbital 2s 
4          berilio                     1s² 2s²
5          boro                         1s² 2s²2p¹     aquí comienza a llenarse la subcapa 2p
6         carbono                  1s²2s²2p²  
.
.
10        neón                      1s²2s²2p⁶        se completa el llenado de la subcapa 2p         
11         sodio                      1s²2s²2p⁶3s¹ ó [Ne]3s¹    

Es importante señalar que los electrones que se añaden a la capa eléctrica del número cuántico principal (n) más alto, los más exteriores o la capa de valencia, se llaman electrones de valencia. La configuración electrónica del sodio se puede escribir también [Ne]3s¹, esta forma es denominada configuración electrónica abreviada interna del gas noble. Para los demás elementos del resto de los períodos se suele utilizar esta forma abreviada donde sólo se indica la configuración electrónica de la capa de valencia.




03 agosto 2017

La Química - La Ciencia Central -

Contaminación ambiental y la necesidad de la química
 para el desarrollo de tecnologías limpias
En los últimos años la gente se ha sensibilizado de forma creciente con respecto a la química. Entre algunas razones de este mayor interés se pueden nombrar los problemas medioambientales como la lluvia ácida, la destrucción de la capa de ozono, el desarrollo de nuevos materiales acordes a las exigencias tecnológicas actuales, la nanociencia, etc. Y un eje común en todos estos ámbitos es justamente la química. Como sabemos, la química estudia la materia: nosotros mismos y todo lo que nos rodea. Así mismo, los cambios químicos están presentes en toda las actividades cotidianas como cuando cocinamos y comemos, intervienen reacciones químicas para extraer nutrientes de los alimentos, cuando usamos por ejemplo la gasolina, en la combustión ocurren cambios de unas sustancias a otras. También la contaminación y el control de la contaminación son procesos donde interviene la química. De allí que podemos aseverar que la química está en todas partes, todo lo que puedes ver, tocar u oler contiene al menos, una sustancia química.

Como se mencionó la química estudia la materia, pero qué es la materia?

La materia se puede definir como cualquier cosa que ocupa un espacio, por tanto tiene masa y posee inercia. La materia es cualquier cosa que se puede o no, ver y tocar como el cuerpo, la tierra, el aire. Cada ser humano es un objeto material. Todos ocupamos un espacio y describimos nuestra masa por medio de una propiedad relacionada con ella, el peso. Todo lo que vemos en nuestro entorno son objetos materiales. Como ya se mencionó, los gases de la atmósfera aunque no los podemos ver, son ejemplo de materia ya que ocupan un espacio y tienen masa. Sin embargo, la luz solar no es materia sino una forma de energía.

En química la materia se clasifica o se distingue según su composición y propiedades. La composición se refiere a las partes o componentes de una muestra de materia y a sus proporciones relativas. Por ejemplo el agua está formada por dos sustancias más simples, hidrógeno y oxígeno,  presentes en proporciones fijas. En química se diría "la composición en masa del agua es de 11,19% de hidrógeno y 88,81% de oxígeno.

27 junio 2017

Aprovechamiento del Gas Natural

Dada la existencia de cuantiosas reservas de gas natural tanto en Venezuela como a nivel mundial en los últimos años, se ha intensificado de manera acelerada la investigación que tiende a desarrollar procesos que permitan la obtención de combustible y materias primas de mayor valor agregado a partir de materiales tales como el carbón y el gas natural.

El gas natural es una mezcla de hidrocarburos parafínicos, con pequeñas cantidades de gases inorgánicos, como nitrógeno y dióxido de carbono y contiene además trazas de compuestos de azufre. El gas natural procedente de yacimientos de hidrocarburos naturales cuya producción puede estar asociada o no a la producción del petróleo crudo, condensados u otros fósiles.

El contenido de metano en el gas natural varía de un 60 a un 90% en volumen, por lo que se considera el componente principal del gas natural. Tiene además etano, propano, butano y componentes más pesados que varían su composición según el yacimiento del cual provienen.

El gas natural se deposita en yacimientos que pueden ser de cuatro tipos:

En yacimientos de petróleo, donde el fluido predominante es el crudo, el cual contiene gas natural disuelto en cantidades que dependen de la presión y de la temperatura del yacimiento. A estos yacimientos se les clasifica como saturados, cuando el petróleo no admite más gas en solución y cualquier exceso del mismo se desplaza hacia la parte superior de la estructura formando una capa de gas sobre dicho crudo; o no saturados cuando se desarrolla la misma capa de gas por acción del descenso de la presión en el yacimiento. La mayor parte de la producción de gas natural en Venezuela proviene de la primera categoría.

06 junio 2017

GAS METANO EN MANTOS DE CARBÓN

¿Qué es el gas metano en mantos de carbón?
El gas metano de mantos de carbón es un gas natural compuesto principalmente por metano, dióxido de carbono, nitrógeno y pequeñas cantidades de etano, propano, butano y pentano. Este gas se genera producto de la descomposición de materia orgánica en zonas pantanosas debido a la actividad bacteriana y a procesos térmicos.
Debido a la gran demanda energética la producción de gas metano de mantos de carbón nace como una alternativa interesante y ventajosa para cubrir el déficit energético actual. Según el criterio científico el gas de mantos de carbón puede ser una opción técnica y económicamente válida para generar un volumen adicional de gas y poder suplir las necesidades del mercado.


Importancia del aprovechamiento del metano en mantos de carbón
La demanda de energía está estrechamente relacionada con el crecimiento económico y los estándares de vida. Actualmente la demanda mundial de energía está incrementándose en un promedio de aproximadamente 2% anual. Se anticipa que este incremento ha de continuar, y por tanto, el consumo de energía será el doble de 1995 en el 2030 y el triple en el 2050. Los suministros adecuados de energía serán esenciales para que las naciones del mundo mantengan su expansión industrial y económica.

El metano asociado a las cuencas de carbón, un recurso que se ha empezado a usar de manera reciente en países como Estados Unidos para diversificar y satisfacer la matriz energética, allí existen más de 14 mil pozos sólo en la cuenca del río Powder. En países como Canadá, China, Rusia y Australia han dado un fuerte impulso a su evaluación y producción en los últimos años. Las reservas mundiales se estiman en 250x1012 metros cúbicos, volúmenes que superan en varias veces las reservas convencionales de gas.

El aprovechamiento de esta nueva fuente energética no significa revivir las antiguas minas de carbón, ya que los mantos permanecen inalterados. Lo que se extrae es el gas que el mineral ha acumulado en su estructura durante su proceso de formación (carbogenización) y se obtiene a través de perforaciones, las cuales eliminan primero el agua de los mantos, para luego hacer fluir el metano a la superficie.

El metano de mantos de carbón es una fuente de energía que, cumple tres condiciones básicas: es abundante y tiene gran distribución mundial, su explotación es relativamente fácil y barata y su extracción y manejo evita que el metano fluya a la atmósfera.

25 mayo 2017

Zeolita vs NanoZeolita: Síntesis de la ZSM-5

NanoArt

La nanotecnología

La nanotecnología abarca un campo de estudio multidisciplinario, que incluye la física, la química, la ingeniería y la biología. En este ámbito se realizan estudios  a escala nanométrica, es decir en un orden de 10-9 m, en al menos una dimensión. Este orden de magnitud le confiere a las nanoestructuras propiedades físicas, químicas o biológicas específicas. Las partículas en nanoescala adquieren nuevos comportamientos en sus propiedades tales como estructura electrónica, conductividad,  reactividad, punto de fusión, y propiedades mecánicas, debido principalmente al aumento de área superficial. (1) 

Las aplicaciones de la nanotecnología actualmente son diversas, una de ellas es en el área de la medicina y la fisiología con  la utilización de materiales y dispositivos diseñados para interactuar con el cuerpo a nivel celular. (2) Las funciones importantes en los organismos vivos se producen a nanoescala, por ejemplo la hemoglobina, que transporta el oxígeno a través del torrente sanguíneo, es de aproximadamente 5 nanómetros de diámetro. (1) Otra aplicación importante la representan los nanotubos de carbono que, debido a sus “propiedades inusuales, son utilizados en electrodos de baterías, depósitos electrónicos y fibras reforzadas que producen compositos más resistentes”. (3 pág. 136) 

Para la producción de nanopartículas usualmente se utilizan técnicas fisicoquímicas como la reducción fotoquímica, la ablación por láser, la electroquímica, la litografía o la irradiación de alta energía. Por definición se dice que las nanopartículas son una clase de materiales con un diámetro menor a los 100 nm, las cuales presentan propiedades nuevas o mejoradas dependientes de su tamaño en comparación con partículas más grandes del mismo material. La capacidad de fabricar y controlar la estructura de nanopartículas permite a los científicos e ingenieros influir en las propiedades resultantes y, en definitiva, diseñar materiales para generar las propiedades deseadas. Las aplicaciones actuales y potenciales de las nanopartículas están creciendo y cubren una amplia gama de mercados e industrias. (4)

Obtención de nanopartículas

La preparación de estructuras y dispositivos a nanoescala puede ser realizado a través de dos métodos: enfoque de abajo hacia arriba (bottom up) y enfoque de arriba hacia abajo (top down). El primero consiste principalmente en ensamblar pequeños bloques de construcción para generar estructuras más grandes; a través de métodos químicos; ejemplos de este enfoque incluyen la síntesis química, el montaje inducido por láser, el auto-ensamblado, la agregación coloidal, entre otros. En el segundo enfoque los objetos grandes se modifican para dar piezas más pequeñas, utilizando métodos físicos, por ejemplo; técnicas litográficas, deposición de película y crecimiento, procesamiento de rayo láser, y técnicas mecánicas. El tamaño y la forma de las nanopartículas dependerán de la manipulación que se realice durante la síntesis de éstas, para así poder adaptar el material a una aplicación específica. (5)

Las zeolitas


Las zeolitas son aluminosilicatos cristalinos y porosos, cuya estructura consiste en un armazón de tetraedros de [SiO4]-4 y [AlO4]-5 unidos a través de átomos de oxígeno en diversos arreglos regulares, para formar una red cristalina abierta que contiene poros de dimensiones moleculares que permiten la penetración de ciertas moléculas. El tamaño de los poros y espacios intracristalinos, dependen del tipo de zeolita. 
La relación de Si/Al en las zeolitas clásicas es de 1 a 5 y en general están representadas por la formula:                     Mx/n [(AlO2)x(SiO2)y] m H2O
Donde:
M: catión de valencia n [(Na, Li, K) y/o (Ca, Mg, Ba, Sr)]
m: número de moléculas de agua. La suma de x e y indica: el número de tetraedros de aluminio y silicio por celda unitaria.

Sin embargo existen zeolitas que presentan una relación de Si/Al mayor, como es el caso de la ZSM-5, que también es conocida como zeolita pentasil caracterizada por su alto contenido de silicio. Esta zeolita presenta diámetro de poros entre 5-6 Å (clasificadas como microporosas) de canales tubulares bien definidos que se entrecruzan entre sí, delimitados por anillos de 10 átomos de oxígeno, que le confieren una estructura MFI (Mirror Framework Inversion), posee espacios dentro de los canales y en la superficie externa de los cristales para la incorporación de cationes en diversos estados. (7) (8) 

20 mayo 2017

La búsqueda de los elementos

Elementos y Compuestos

La identificación de los elementos presentes en las distintas sustancias no fue tarea fácil, tardó siglos. Los filósofos griegos creían que toda la materia estaba formada sólo por cuatro elementos fundamentales: tierra, aire, fuego y agua. Sin embargo, con el tiempo quedó claro que ninguno de los cuatro es, en realidad, un elemento.

Laboratorio de un alquimista
Durante la edad media, los alquimistas, trabajando en secreto y rodeados de misticismo, buscaban un disolvente universal para transformar en oro los metales tales como el hierro, el cobre y el zinc. Debido a que los alquimistas no comprendían la naturaleza real de los elementos, suponían que era posible transformar estos metales comunes en el valioso metal que es el oro. Los alquimistas no lograron llevar a cabo este proceso, llamado transmutación, pero sus investigaciones, hechas en primitivos laboratorios condujeron a muchos descubrimientos, como por ejemplo, métodos de destilación y extracción que se aplican hoy en día.

Para desarrollar la comprensión actual de los elementos químicos se necesitaron muchos siglos. Robert Boyle, científico inglés, definió los elementos cerca del 1661. Decía que es precisó poner a prueba los supuestos elementos para averiguar si en verdad son simples, ya que si es posible degradar una sustancia en otras más sencillas, no es un elemento. Boyle afirmó además que las sustancias más sencillas podían ser elementos, y como tales se les debería considerar hasta el momento en que pudieran degradarse a su vez en sustancias todavía más sencillas. 

En química se pueden definir los elementos como las sustancias fundamentales de la química, los cuales están compuestos por átomos. Hoy en día se reconoce la existencia de 118 elementos, variando desde comunes tales como el calcio, el carbono, el cloro, el oro, la plata, el oxígeno, el sodio, el potasio, el hidrógeno, el helio, el hierro, etc. y no comunes como el astatino, el tecnecio, el prometio, etc. Ninguno de los elementos se puede descomponer o convertir en una sustancia más simple mediante cualquier forma de energía común. Ningún calor, luz, electricidad, sonido, magnetismo, ninguna forma común de energía sin importar la intensidad, puede producir estos cambios en un elemento. Tampoco los elementos pueden ser transformados en otro elemento, tal como pretendían los alquimistas, excepto bajo condiciones muy alejadas de nuestra experiencia, como temperaturas extraordinariamente altas cercanas a las de la superficie solar, por ejemplo. Cuando se combinan dos o más elementos, en relaciones bien definidas, se forma una sustancia claramente distinta llamada compuesto.


Nombres y Símbolos

Con frecuencia se utilizan símbolos en lugar de nombres escritos para distinguir a los elementos. Muchos de los símbolos primitivos que se empleaban para representar diversas sustancias químicas procedían de la mitología antigua. Pero los símbolos no han sido normalizados; los antiguos alquimistas de la Edad Media desarrollaban sus propias notaciones taquigráficas para mantener oculto su trabajo. J.J. Berzelius, químico sueco, inventó un sistema sencillo de notación química que introdujo en 1814. Sus símbolos eran letras tomadas del nombre del elemento. En la actualidad estos símbolos se utilizan en todo el mundo.

El símbolo de un elemento no tiene más de dos letras. La primera de ellas es siempre mayúscula; la segunda, si se utiliza, es minúscula. 
Los nombres de los elementos, y en consecuencia sus símbolos, provienen de muchas fuentes. Algunos de ellos se derivan de palabras latinas, griegas o alemanas que describe una propiedad característica del elemento. Otros reciben su nombre con base en el país o lugar donde se descubrieron, o en honor de científicos famosos. Por ejemplo el elemento bario proviene de la palabra griega barys, que significa pesado. El nombre del germanio se deriva de Germania, el nombre de Alemania en latín.  El elemento 99 recibió el nombre de einstenio en honor a Albert Einstein.

La tabla periódica de los elementos

Uno de los principales aportes de la química a la humanidad es, sin duda, la tabla periódica. Decimos esto porque esta clasificación de los elementos permite ir más allá de los aspectos descriptivos para predecir y verificar las propiedades y el comportamiento químico de los elementos presentes en la naturaleza.

Los primeros intentos por clasificar los elementos datan del siglo XIX. Con los antecedentes de John Dalton, Joseph Gay-Lussac, Amadeo Avogadro, William Nicholson y A. Carlisle, sobre los pesos atómicos y moleculares, un químico inglés llamado John Newlands publicó en 1864, el primero de un gran grupo de ensayos acerca de la clasificación periódica de los elementos químicos. En estos ensayos se organizaban, por primera vez, a los elementos de acuerdo a los valores de sus pesos atómicos.

En 1869, el químico ruso Dmitri Ivanovich Mendeleev publicó su primer ensayo sobre el sistema periódico cuando apenas se conocían 60 elementos químicos. Más adelante en 1871, Mendeleev publicó otro ensayo donde aparecía una tabla periódica mucho más completa. En este ensayo Mendeleev predijo las propiedades y los valores cuantitativos de algunas características físico químicas de los elementos desconocidos que se encontraban debajo del boro, aluminio y silicio. De acuerdo a Mendeleev, el patrón subyacente para la clasificación de los elementos en el sistema periódico era el peso atómico. Sin embargo, este patrón no lograba responder algunos cuestionamientos, por ejemplo ¿cómo se podría diferenciar dos elementos con pesos atómicos muy parecidos, pero con propiedades físico químicas diferentes?.

Así Henry Gwyn Jeffreys Moseley en 1913, inspirado en los trabajos de Charles Barkla y E. Sadler (1908) sobre espectros de Rayos X, demostró que el número atómico Z, es una medida de la carga positiva en el núcleo de un átomo y que este número atómico permitía predecir con precisión ciertas anomalías de las posiciones de los elementos en la tabla periódica. De allí que la tabla periódica se organizara en función del número atómico de los elementos.

Actualmente una tabla periódica, como la que se ve en la figura, ofrece una gran cantidad de información acerca de los elementos. Note que en esta tabla los grupos de elementos son separados en 18 columnas verticales llamadas grupos o familias. 

Tabla periódica moderna
Estas familias dependen del número atómico, del peso atómico y de la configuración electrónica de los elementos. También hay 7 filas horizontales, las cuales se llaman períodos. El primer período contiene 2 elementos (H y He), el segundo y tercer período contienen 8 elementos cada uno (de Li hasta Ne, y de Na hasta Ar), el cuarto y quinto período 18 elementos cada uno (de K hasta Kr, y de Rb hasta Xe), mientras que el sexto y séptimo período 17 elementos más 15 elementos cada uno (de Cs hasta Rn, y de Fr hasta Og). Para mantener la mantener la simplicidad, 15 elementos que aparecen en el sexto y séptimo períodos se colocan fuera del cuerpo central de la tabla. Estos elementos forman la serie de lantánidos (de La hasta Lu) y la serie de actínidos (de Ac hasta Lr).

Como ves una tabla periódica ofrece una gran cantidad de información acerca de los elementos, cada uno de los cuales se puede clasificar como metal, no metal y metaloide.Los metales, que aparecen a la izquierda de la tabla periódica, quedan separados de los no metales, a la derecha, por una línea diagonal gruesa con aspecto de escalera. Observa que hay mucho más metales que no metales. Los elementos situados al lado de esta línea diagonal se conocen como metaloides, poseen ciertas propiedades que son intermedias entre los metales y no metales típicos. 

Así que están allí, en la tabla periódica. Los elementos presentes en nuestra naturaleza, hasta hoy conocidos, se encuentran perfectamente organizados en una pequeña tabla llamada La Tabla Periódica. Magistral cierto?

15 mayo 2017

¿Cómo Aumentar la Motivación?

La Motivación

Sin motivación todos los actos en la vida resultan trabajosos y poco atractivos. La motivación está considerada  como uno de los factores determinantes del éxito en cualquier área de la existencia humana, lo cual incluye las tareas propias del aprendizaje. Por ello, es esencial conocer algunos aspectos relacionados con el hecho de estar motivado.

La motivación es un concepto difícil de definir, pero que todos poseemos, ya que todo lo que hacemos es por alguna razón. Los motivos son los que nos mueven a hacer algo. Motivar significa proporcionar motivos y la motivación equivale a sentirse movido por un bien importante que se puede conseguir. Este bien actúa sobre la inteligencia como causa final pero también lo hace sobre la voluntad, que se siente impulsada a poner los medios apropiados para su consecución. 

La motivación es la fuerza de acción y la motivación consiente es aquella que producimos por la actividad de nuestro intelecto, aplicando nuestra voluntad e inteligencia. Nuestros deseos conscientes tienden a proporcionarnos un mayor desarrollo o placer y tienen una acción impulsora de fuerza insospechada. Todos habremos comparado alguna vez en nuestras vidas, la facilidad con que ejecutamos aquello que con todo fervor de nuestro ser deseamos hacer. Tan pronto se extingue un motivo y se alcanza una meta, vuelve a aparecer otro nuevo que tiene que ver con las necesidades satisfechas. De este modo cada motivo puede considerarse como el eslabón de una cadena infinita de motivos que hace a las personas activas y operantes. Considerando el aprendizaje como una operación, en todo acto de aprender se hace imprescindible la existencia de una motivación.

Propósito de la motivación

El propósito de la motivación es triple:
   1. Despertar el interés hacia las tareas de aprendizaje.
   2. Estimular el deseo de aprender que conduce al esfuerzo.
   3. Dirigir estos intereses y esfuerzos hacia el logro de fines apropiados.

Uno de los elementos básicos que determina el porqué se aprende son las diferentes motivaciones que originan dicho aprendizaje. La motivación constituye el motor del aprendizaje en el sentido en que mueve o dirige la acción de aprender al incluir las razones y los intereses con los que se cuenta para hacer algo. Difícilmente es posible entusiasmarse al ejecutar una tarea para la que no se tiene ninguna motivación; sin embargo cuando se tienen razones fundamentadas por las cuales esforzarse, se es capaz de llevarla a cabo. Todo acto de aprender conlleva, por tanto, una motivación, lo cual conduce a afirmar que no es posible aprender sin estar más o menos motivado.

El fundamento de todo aprendizaje es el acto volitivo (de la voluntad) del "quiero aprender". La motivación está pues íntimamente ligada a la voluntad, es la sistematización de ésta. Por tanto para que se produzca el aprendizaje, primero se debe desear aprender. Por supuesto que la motivación por sí sola no asegura el éxito, ya que debe existir un mínimo de capacidad o habilidad pero, con una capacidad normal, las posibilidades de éxito aumentan considerablemente si la motivación es la adecuada. Y al contrario, si se tiene mucha capacidad pero se está poco motivado, es muy probable que no se llegue al fin deseado.

Efectos de la motivación en el aprendizaje

Cuando los motivos son externos al aprendizaje (motivación extrínseca), este no se integra ni estructura de modo adecuado en los saberes adquiridos previamente, por lo que la duración y eficacia de esos aprendizajes queda mermada e incluso invalidada. Por el contrario, con una motivación intrínseca (cuando un individuo se vuelve activo en razón de la propia actividad), la posibilidad de construir aprendizajes significativos, con la correspondiente madurez y las cualidades necesarias, será mucho mayor. Además el grado de satisfacción que experimenta una persona en su vida crece en razón directa con el número de acciones que emprende con una motivación primaria (intrínseca).

Ante esta supremacía de la motivación intrínseca sobre la extrínseca a la hora de favorecer aprendizajes significativos y experimentar una satisfacción más intensa por la actividad realizada, sería muy beneficioso intentar convertir la motivación secundaria (extrínseca) en primaria (intrínseca). Efectivamente una persona puede tener, en un principio, sólo motivos extrínsecos para realizar una tarea de aprendizaje, es decir, utiliza el estudio como medio para un fin. Ahora bien, puede ser que, en la medida en que va apareciendo el éxito deseado y, a partir de la tarea misma, se dé una correspondencia orgánica entre los medios y el fin hasta el punto de que surja una aproximación cada vez mayor entre ambos, de modo que el motivo extrínseco se convierte en motivo intrínseco.

Relación entre estudio efectivo, motivación y rendimiento

Como ya se ha dicho, la motivación es fundamental en el estudio y en el aprendizaje. En este sentido se puede afirmar que existe una estrecha relación entre estudio efectivo, motivación y rendimiento; es decir, cuando se estudia de forma efectiva, se obtiene una motivación pero, paralelamente, una fuerte motivación por aprender conduce hacia un estudio eficaz. De igual forma, cuando se está motivado por aprender, se rinde más y, a su vez, cuanto más se rinde, más motivación se siente.

Como se ve una óptima motivación en el que estudia no basta por sí sola para conseguir un aprendizaje eficaz. Asimismo, un correcto aprendizaje puede no ser suficiente para garantizar unos buenos resultados en la actividad intelectual. Por tanto, estudio efectivo y motivación son condiciones necesarias, pero no suficientes (por separado) para alcanzar un buen rendimiento en el estudio.

Cómo aumentar la motivación

Existen algunas pautas que pueden ayudar a desarrollar y mejorar las propias motivaciones ante las tareas de aprendizaje:

  • Valorar más el hecho de aprender que tener éxito o fracasar.
  • Centrar más la atención en el proceso resolutivo que en las recompensas externas.
  • Descubrir en qué aspectos responde el tema de estudio a los propios intereses, necesidades y gustos.
  • Observar en qué puede sernos útil en nuestros estudios, en nuestra profesión y en nuestra vida en general.
  • Si el tema no interesa a priori, ver en qué se relaciona con otro tema cuyo interés parezca más directo para utilizarlo como incentivo.
  • Si el tema de estudio repele, tomar clara conciencia de ello antes de abordarlo, lo que permite prepararse para el caso de que sea necesario un esfuerzo más intenso y prever, en cierto modo, una "contraofensiva".
Existen otras pautas tales como la fórmula del Dr. Klaus Berman para desarrollar la facultad de motivación desde el subconsciente, dado que en este se tiene el poder para obnubilar aquellas impresiones que le tocan. Constantemente vemos en nosotros el resultado de este hecho; los hábitos, las costumbres no son sino la manera  de actuar de nuestro subconsciente que ya ha sido impresionado por la repetición de la misma idea durante un periodo de tiempo más o menos largo.

Debe repetirse constantemente esta fórmula, preferiblemente antes de levantarse y al acostarse. Con ello, se logra poner en movimiento el íntimo mecanismo que tendrá que modificar luego nuestro carácter, haciéndonos capaces de crear en nuestro espíritu un entusiasmo y un fuerte deseo; que son condiciones especiales para alcanzar el logro de nuestros propósitos. La formula dice:

"En mi interior existe la motivación. No tengo más que darle libertad. La motivación es una función normal de mi espíritu. Yo he deseado y puede desear espontáneamente. Mi motivo irá tomando cuerpo cada vez más hasta impulsar fuertemente mi voluntad hacia la realización. Mis motivos son poderosos."

Por otro lado, hacer una programación de tus objetivos con relación a tus estudios, con gran responsabilidad personal y atendiendo a tus recursos en general, físicos, intelectuales, sociales, económicos, etc., permite tener una motivación constante para estudiar y estar al día con tus responsabilidades sobre tu aprendizaje.

Refuerzos positivos y negativos

La motivación puede ser incrementada notablemente por parte de quien enseña mediante una reacción positiva ante los esfuerzos de la persona por aprender. Para ello, es necesario expresar con claridad, por ejemplo, la alegría o admiración por tales esfuerzos.

El reconocimiento al esfuerzo de quien aprende y los mensajes de complacencia y alabanza por los logros y las tareas bien realizadas animan a seguir esforzándose en la superación de metas y objetivos. Cuando se comprende que es posible mejorar, que se es capaz y que todo depende fundamentalmente de uno mismo, se recibe un gran estímulo para seguir intentándolo con tenacidad.

Por el contrario la sanción y la censura, entendidas como refuerzos negativos, contribuyen a debilitar la motivación. Sin embargo, es habitual recriminar continuamente al aprendiz presentándole los fallos y las consecuencias negativas de su conducta con la sana  intensión de que reaccione y cambie. Este modo de proceder genera, habitualmente, sentimientos negativos hacia la tarea de aprendizaje emprendida y hacia la persona sancionadora.

No se trata de no reaccionar ante una conducta de aprendizaje no correcta, sino de potenciar los aspectos positivos de la persona. La alabanza siempre tiene una mayor eficacia cuando se hace en público, mientras que la censura suele producir efectos positivos cuando se realiza individualmente y en privado.

En resumen, se puede decir que la intensidad de la motivación se incrementa con las vivencias de éxito y se debilita con las vivencias de fracaso.

Espero estas herramientas te ayuden a progresar en tus estudios, carrera, profesión o emprendimiento. 


Fuente: Máster Biblioteca Práctica de Comunicación. Aprendizaje. Edid. Océano.





10 mayo 2017

Balance de Masa

¿Eso? Sí, eso...la materia. La materia se puede describir como "eso" de lo que están hechas todas las cosas del universo. El agua, la sal, el azúcar, el acero, el planeta, las estrellas e incluso los gases presentes en el aire, todos se componen de materia. Por definición, la materia es cualquier cosa que tiene masa y por lo tanto ocupa un espacio. De hecho, la química es una ciencia que se ocupa de estudiar la materia y los cambios que ésta sufre.

La masa es una medida de la cantidad de materia. Con frecuencia se confunde la masa con el peso. El peso es la acción de la fuerza de la gravedad sobre la masa de un objeto en particular. Durante la mayor parte de su historia, la raza humana estuvo restringida a la superficie del planeta tierra, que ejerce una fuerza gravitatoria relativamente constante (9,8 m/s2) sobre un objeto, de modo que los términos masa y peso se emplean por lo general de manera indistinta. Si algo tiene el doble de masa que otra cosa, también pesa dos veces más.

Cuando se enciende una vela, ésta por acción del calor generado se funde, es decir cambia de estado, pero sin lugar a dudas no se pierde ni se gana masa. La masa total de la cera y el oxígeno presentes antes de la combustión es igual a la masa total de dióxido de carbono, vapor de agua y cera no quemada, que quedan luego de la reacción.

Durante un cambio de estado o de una reacción química la masa se conserva. Esto es lo que quiere decir la Ley de Conservación de la masa, que afirma que la masa no se crea ni se destruye durante un cambio químico.

El descubrimiento de la ley de la conservación de la masa fue realizado por Antoine Lavoisier, francés (1743 - 1794), en la época en que las colonias norteamericanas participaban en la Guerra de Revolución. Luego de llevar a cabo múltiples reacciones en recipientes cerrados, para que las sustancias no pudieran entrar ni salir, Lavoiser concluyó que no ocurría cambio alguno en la masa total.

Como la masa se conserva durante las reacciones químicas, también debe conservarse la materia. La materia no se crea ni se destruye durante una reacción química, sólo se transforma. Es decir, la materia no se puede crear de la nada; no es posible crear átomos de la nada, sólo es posible hacer nuevos materiales cambiando la forma en que se combinan los átomos.

Si la masa debe conservarse durante una reacción química, también debe hacerlo durante cualquier proceso de transferencia de masa. En química, existen diferentes procesos de transferencia de masa. Debemos saber que estos procesos generalmente se clasifican en intermitentes (o por lotes), continuos y semi-intermitentes. En los procesos intermitentes la alimentación (insumos, entradas, materia prima, reactivos) se introduce al sistema al inicio del proceso y todos los productos se extraen juntos un tiempo después. En un proceso continuo las entradas y salidas fluyen continuamente durante el proceso; por ejemplo cuando se bombea una muestra de líquidos en una columna de destilación a una velocidad constante y se extraen continuamente flujos de vapor y de líquido de la parte superior e inferior de la columna. En los procesos semi-intermitentes, también conocidos como procesos semi-continuos; se mezclan varios líquidos lentamente en un tanque del que no se extrae nada.

Los procesos pueden ser operados tanto en régimen permanente (estado estacionario) como en régimen no permanente (estado transitorio). En régimen permanente quiere decir que todas las variables del proceso; tales como temperatura, presión, volumen, velocidad de flujo, etc., no cambian con el tiempo, excepto, posiblemente, por pequeñas fluctuaciones alrededor de los valores promedio constates. Se dice que la operación es transitoria o de régimen no permanente si cualquiera de las variables del proceso cambia con el tiempo. Por naturaleza los procesos intermitentes y semi-intermitentes son operaciones en régimen no permanente. Mientras que los procesos continuos pueden ser transitorios o en régimen permanente.

Para evaluar los procesos, generalmente se realiza un balance de materia. Un balance o inventario sobre una sustancia en un sistema (el sistema puede ser una sola unidad del proceso, una colección de unidades o bien un proceso completo) puede escribirse de la siguiente forma general:

Entrada + Producción - Salida - Consumo = Acumulación

Esta ecuación general de balance puede escribirse para cualquier sustancia que entre o salga de cualquier proceso; puede aplicarse a la masa total de esta sustancia o a cualquier especie atómica o molécula involucrada en el proceso.

La aplicación de esta ecuación es muy sencilla. Por ejemplo, supongamos que cada año 50 mil personas se mudan a una ciudad mientras que 75 mil emigran de ella y por otro lado, 22 mil nacen y 19 mil mueren. Se puede escribir un balance de la población en la ciudad. Se toman las personas que se mudan como la entrada, las que emigran son la salida, las que nacen son la producción y el consumo las que mueren. Así:

50 mil + 22 mil -75 mil - 19 mil = Acumulación
Acumulación = -22 mil personas al año 
(la población disminuye en 22 mil personas por año)

Ahora, cuando tenemos procesos continuos en régimen permanente el término Acumulación se hace cero, A = 0. Es así, necesariamente, ya que de lo contrario no estaríamos en régimen permanente. En este caso la ecuación de balance queda simplificada a:

Entrada + Producción = Salida + Consumo

Esta ecuación puede simplificarse aún más si el proceso no involucra reacciones químicas. En este caso tanto la Producción como el Consumo se hacen igual a cero, dado que sólo puede haber producción y consumo de sustancias o materiales si se efectúan reacciones químicas. Podemos escribir la ecuación de balance como:
Entrada = Salida

Veamos un ejemplo: En un proceso de destilación continua se tienen 1000 Kg/h de una mezcla de tolueno (T) y benceno (B) al 50% en masa. En el tope del destilador salen 450 Kg/h de benceno y una cantidad desconocida de tolueno (Q1) en Kg/h. Por el fondo del destilador salen 475 Kg/h de tolueno y una cantidad desconocida de benceno (Q2) en Kg/h. Se pide hallar Q1 y Q2.

       Como el procesos se efectúa en régimen permanente, no se produce material alguno en el sistema, la Acumulación = 0
           Además no ocurren reacciones químicas, Producción = 0 y Consumo = 0

Entrada = Salida
Balance en Benceno (B):
500 Kg B/h = 450 Kg B/h  +  Q2
Q2  =  50 Kg B/h
Balance en Tolueno (T):
500 Kg T/h = Q1  +  475 Kg T/h
Q1  =  25 Kg T/h

Como vez es muy sencillo aplicar los balances de masa, sólo tiene que entenderse el proceso para plantear adecuadamente las ecuaciones. Dependiendo del tipo de proceso pueden existir una o varias entradas y salidas. 

Generalmente podemos aplicar algunas reglas en el balance de masa en procesos no reactivos:

1. El número máximo de ecuaciones independiente que pueden establecerse, escribiendo los balances para un sistema no reactivo, es igual al número de especies químicas en los flujos de entrada y de salida.
2. Se deben escribir primero los balances que involucren el menor número de incógnitas.
3. Se deben resolver los sistemas de ecuaciones utilizando las herramientas de calculo aritmético pertinentes.




24 abril 2017

¿Cómo Organizar y Presentar la Información de Forma Escrita?

La comunicación es la transferencia de ideas de una persona a otra. En múltiples ocasiones en la vida académica y en la profesional surge la necesidad de compartir ideas que, muchas veces, son relevantes. Sin embargo, a veces no se sabe cómo organizar y presentar esas ideas.

¿Por qué es importante la expresión escrita?

Muchas personas encuentran grandes dificultades para plasmar por escrito lo que piensan o dicen. Expresarse por escrito no tiene porque ser más difícil que hacerlo a través de la expresión oral, lo que ocurre es que, como todo, requiere de un aprendizaje.

La importancia de saber comunicarse correctamente por escrito radica fundamentalmente en los siguientes aspectos:
  • Son innumerables las situaciones en las que se tiene la necesidad de solicitar una cosa o justificar la opinión personal por escrito.
  • La mayoría de las veces, los exámenes de la vida académica y profesional se llevan a cabo mediante ejercicios escritos.
  • Por medio de la escritura se puede expresar ideas y sentimientos a los demás y, cuanto más y mejor se domine la expresión escrita, mayores son las posibilidades de comunicación.
  • La forma en que está redactado algo escrito es la carta de presentación de la personalidad y valía de quien lo escribe.
Siempre he comentado a mis estudiantes que, "de nada vale tener una gran cantidad de conocimientos en tu mente si no eres capaz de transmitirlos". Una de las formas de comunicarlo, como ya se ha dicho, es de manera escrita. Debemos ser capaces de expresar todas nuestras ideas de forma escrita, haciendo buen uso de las técnicas del  lenguaje. No te preocupes si sientes que aún no eres capaz de hacerlo, ya que con determinación y práctica puedes conseguirlo.

¿Qué es un trabajo escrito?

Toda aquella actividad que se realiza para el desarrollo o ampliación de un tema de estudio y que, como su propio nombre lo indica, se ha de presentar por escrito, se conoce como Trabajo Escrito. Desde el punto de vista académico, el tipo de trabajo que se solicita es de compilación de información y consiste en revisar críticamente la mayor cantidad de datos posibles sobre un tema y exponer por escrito el resultado del estudio de forma ordenada, racional y convincente.
Muchos autores han expresado la ventaja que proporciona al estudiante la realización de los trabajo escritos, algunas de ellas son:
  • Obligan al estudiante a organizar el pensamiento y a formarse una opinión propia sobre un determinado tema.
  • Permiten evaluar los propios conocimientos y detectar los puntos débiles.
  • Sirven como incentivo para el estudio, ya que muchos estudiantes leerían poco si no tuvieran que elaborar trabajos escritos.
  • Refuerzan los contenidos de las asignaturas, al tiempo que permiten desarrollar la capacidad de redactar y expresar las ideas con soltura.
La elaboración de trabajos escritos desarrolla la habilidad para seleccionar información, organizar el pensamiento y expresar con argumentos los puntos de vista personales. Esta última afirmación es muy importante dado que, en la vida académica, profesional o personal es imperativo hacer valer nuestra opinión y la manera de valorarla es justamente mostrando argumentos efectivos, documentados, lícitos, admitidos y corroborados de tales opiniones.

Los trabajos escritos pueden clasificarse según distintos criterios, en cada caso el objetivo que se persigue es diferente, así como el contenido e incluso el lector al que va dirigido. Se puede tener trabajos  de los siguientes tipos:
  1. De divulgación. Estos trabajos consisten en dar a conocer un tema a personas no especializadas, lo cual exige simplificar y generalizar, y exponerlo con estilo sencillo y atractivo.
  2. Didácticos. Los trabajos didácticos son aquellos en los que se expone un tema para que pueda ser estudiado. Este es el caso de los libros de texto.
  3. Científicos. En química aplica, la mayoría de las veces, este tipo de trabajos. En lo trabajos científicos ser desarrolla un tema con la mayor precisión y detalle tras un estudio intenso del mismo, verificándolo con bibliografía y con experimentos.

¿Se debe separar en fases o etapas la elaboración de trabajos escritos?

La respuesta es sí. La naturaleza de los trabajos escritos varía de forma considerable, para una correcta elaboración de los mismos se recomienda atenerse a los siguientes pasos:
  1. Seleccionar el tema.
  2. Buscar y recoger información.
  3. Confeccionar un esquema o guión del trabajo.
  4. Redactar uno o varios borradores.
  5. Realizar la redacción definitiva.
Abordaremos cada paso con más detalle.


1. Selección del tema
El tema sobre el que hay que desarrollar el trabajo escrito puede ser requerido por el profesor o de libre elección. En cualquier caso, dicho tema tendrá que ser precisado al máximo para seleccionar correctamente la información existente respecto al mismo. Para especificarlo bastará con establecer los puntos que interesa conocer sobre él y que constituirán un subtema. Cuantos más subtemas se incluyan, más largo tendrá que ser el trabajo. El enfoque del tema se ajustará a la extensión designada (si la hubiere) y al tiempo disponible, sin limitarlo demasiado o tratar de hacerlo excesivamente amplio.

2. Recolección de información
La recolección de información se realiza con el objetivo de a) averiguar las fuentes de información a las que se puede acudir para saber más sobre el tema, b)seleccionar dicha información  de acuerdo con los objetivos que se persiguen, c) efectuar una lectura en profundidad de la información seleccionada y d) recoger la información en los apuntes o "fichas de lectura".
Una ficha de lectura es el lugar donde, en forma de resumen, se recoge el contenido principal de cada fuente de consulta. Generalmente esta ficha consta de indicaciones bibliográficas precisas como autor, título, editorial, revista, lugar, fecha; resumen y citas textuales (entre comillas y con indicador de  página); valoración o comentarios personales y observaciones.

3. Esquema o guión de trabajo
Utilizando tus apuntes o fichas de lectura, el esquema de trabajo es el plan que se establece para, a partir de él, comenzar a escribir el primer borrador. En dicho esquema se incluirá como mínimo un índice general de los apartado y subapartados previstos. Este esquema debe ser flexible, es decir, podrá modificarse conforme se vaya elaborando el trabajo escrito.

4. Redacción de borradores
Redactar es dar forma al pensamiento, a las ideas. Resulta extremadamente dificíl e incluso inapropiado realizar una única redacción del trabajo que se pretende realizar; es preferible escribir un primer borrador a partir de los apuntes y del esquema que se ha elaborado con anterioridad. En este primer borrador, el objetivo es desarrollar bien las ideas para luego, en la redacción definitiva, expresarlas de la mejor forma posible. En el siguiente cuadro puedes ver algunos consejos de cómo redactar un buen trabajo.

Una vez redactado el primer borrador, se debe repasar cada párrafo para comenzar a hacer las correcciones. Por lo tanto, las sucesivas versiones parten de esta primera. Se reordenan los párrafos y se atiende especialmente al estilo, procurando que sea claro, sencillo y preciso. Antes de escribir la versión final, es conveniente despreocuparse del trabajo durante un tiempo. De este modo las ideas que no estaban claras o que resultan difíciles de expresar pueden visualizarse o redactarse con mayor facilidad.

5. Redacción definitiva
En la reacción definitiva ya deben estar claras las ideas y contenidos del trabajo. En este momento es recomendable tener en cuenta los siguientes aspectos:
  • El trabajo debe adecuarse a la extensión requerida.
  • Las ideas deben estar organizadas correctamente, según el esquema inicial, después de haber sido corregido y completado.
  • Las propias ideas y las de otros autores han de aparecer diferenciadas. Las fuentes bibliográficas consultadas deben ser citadas, tanto dentro del texto como al final del trabajo en un capítulo especial. Generalmente es el capítulo de Referencias bibliográficas o Bibliografía. 
  • Las ideas deben ser expresadas de manera clara y precisa, con un estilo directo y sencillo de forma que cualquiera que lo lea comprenda perfectamente su contenido y estructura.
  • Hay que verificar la gramática y ortografía. Hay que utilizar las palabras adecuadas, procurando no abusar de las genéricas como "algo", "nada", "cosa", "esto", "aquello", etc. Si alguna palabra se repite demasiado hay que recurrir a los sinónimos para que no dé la sensación de pobreza de léxico.
  • Un gráfico, una tabla, un diagrama, un esquema, un mapa o una figura pueden aclarar mejor un concepto que las palabras, por lo que hay que utilizarlos cuando sea preciso. Además estos gráficos, tablas, etc., deben mencionarse en el texto, de lo contrario no tiene sentido colocarlos.
  • Construir bien los párrafos, de modo que contengan el pensamiento del autor sobre un punto concreto. Apoyándose en el esquema de trabajo, hay que buscar un orden en la exposición, siguiendo un avance lógico y una transición suave entre las ideas principales del trabajo. Lo que importa es la integración armónica de los párrafos entre sí para completar cada sección, y que todas las secciones a su vez confluyan en la idea central que viene expresada en el título del trabajo. Es importante señalar que al realizar el trabajo final, este debe haberse concluido de forma armoniosa, esto es que todas las partes del trabajo se unan de la forma correcta.
Una última e importante recomendación es que en la presentación de los trabajos escritos se deben evitar las prisas, los apuros, la desesperación de última hora cuando ya se acerca la fecha de entrega. Se tomará el tiempo necesario para realizar la tarea con calma, libre de toda presión. No se debe olvidar que el trabajo realizado es como una carta de presentación  de uno mismo y debe reflejar una reflexión y no una improvisación.


Referencia: Máster. Biblioteca Práctica de Comunicación. Aprendizaje. Océano. Barcelona - España