La visión global es de quietud, sin embargo existen millones de partículas de arena moviéndose en todas direcciones |
En una reacción química el equilibrio se representa con una
doble flecha. Esto significa que una reacción en dirección hacia la derecha
(formación de productos) ocurre simultáneamente a la reacción en dirección
opuesta (hacia los reactivos). Además, la velocidad de la reacción directa es
igual a la velocidad de la reacción inversa; por tanto se establece un
equilibrio químico.
Para efectos técnicos y de manera general, en un equilibrio
químico se consideran los siguientes aspectos: (a) la concentración de los
reactivos y la de los productos no cambia, (b) la velocidad de la reacción
directa es igual a la de la reacción inversa, pero con signo contrario, (c) la
velocidad de reacción es una función de la concentración de los reactivos y (d)
el equilibrio se perturba si se cambia la concentración de alguno de los
componentes del sistema. Esta última afirmación se basa en el principio
desarrollado en el siglo diecinueve por Henri Louis Le Châtelier (1850-1936)
que establece que, si se aplica una tensión tal como un cambio
de concentración, de presión o de temperatura a un sistema en equilibrio, dicho
equilibrio se modifica en dirección opuesta a la perturbación para aliviar
dicha tensión. Entonces, ¿qué es lo que generalmente se hace en la industria
química para favorecer la formación del producto de interés en reacciones de equilibrio?
Simple, se evacúa el producto del sistema a medida que se va formando con el
fin de desplazar el equilibrio hacia la formación de más producto (para
compensar esta perturbación) y así maximizar el rendimiento. Como vez, conocer
los estados de equilibrio en sistemas químicos es relevante para manipular
operacionalmente las reacciones químicas de manera de obtener el mayor
beneficio.
Todos los sistemas están en constante búsqueda del
equilibrio, esa es la tendencia natural. Y mientras más alejados del equilibrio, mayor será la fuerza impulsora o velocidad de
reacción de estos. ¿Conviene entonces alejarse del equilibrio?... Desde el
cuerpo humano, una máquina de perennes reacciones químicas y bioquímicas, hasta
la más simple combinación de reactivos en un laboratorio, se encuentran, aun en
el equilibrio, interactúando constantemente a pesar de su aparente inactividad.
Sólo la muerte logrará la absoluta quietud.
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